Todos los años por estas fechas el Ebro se desborda de los estrechos límites impuestos por las motas y escolleras construidas en las últimas décadas. Hace falta un debate serio sobre la utilidad real e impacto de estas costosas obras de "defensa" en la llanura de inundación del Ebro.
Echamos en falta más información y estudios sobre lo que las crecidas aportan de positivo, pues parece que sólo se habla de éstas incidiendo en lo negativo, ignorando entre otros aspectos que los propios limos y fértiles suelos donde se asientan los cultivos proceden el mismo río y de su vegetación ribereña.
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