
Felicitamos desde estas lineas al ayuntamiento de Leciñena por acondicionar y señalizar recientemente varios senderos autoguiados por la zona, y le instamos a que controle la caza furtiva
El carrizal se encuentra en el fondo de una amplia vaguada, rodeado de un paisaje tipicamente estepario. La zona se encontraba algo encharcada por las recientes lluvias, y en el barro pudimos identificar numerosas huellas de jabalies, zorros y tejones. Al atardecer disfrutamos observando la concentración de aguiluchos laguneros y cenizos invernantes, y los bandos de numerosas aves que acuden a descansar: avefrias, escribanos, estorninos...
Como en anteriores ocasiones aprovechamos la visita para recabar información y preparar próximas excursiones con nuestros voluntarios, ya que existen numerosos escombros y basuras diseminadas por su entorno y dentro del mismo carrizal, con grave riesgo de contaminación o incendio del mismo.
Antes de llegar a Leciñena hicimos una parada en la milenaria Sabina de Villamayor, todo un símbolo para los amantes de la naturaleza.
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